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miércoles, 15 de febrero de 2012

Macri podría no aceptar la transferencia del subte

El jefe de Gobierno Mauricio Macri dijo en las últimas horas que la Ciudad podría rechazar la transferencia del subte a la órbita capitalina. Esta declaración no hace más que mostrar el grado de improvisación con la que se viene manejando este asunto desde que el Gobierno nacional manifestara su interés de transferir la red a la Ciudad en noviembre pasado.

Mientras los funcionarios nacionales y porteños discuten, la empresa Metrovías amenaza con convertirse en un escollo aún peor de lo que ya era. Si la compañía terminó 2011 con ganancias de casi 150 millones de pesos, lo que constituía una fuente de legítima indignación de los usuarios mientras estos padecen un servicio francamente deplorable y en vias de empeorar, ahora podría volverse una bomba de tiempo al denunciar que se endeudó en 65 millones en los primeros dos meses del año. Amén de que existe un consenso generalizado de que Metrovías es una pésima operadora, no existe en cambio acuerdo sobre quién podría reemplazarla si colapsa ni mucho menos quién se hará cargo de los quebrantos que deje en su caída.

Como siempre, es una cuestión de dinero. Metrovías alega que su "crisis financiera", que la llevó a demorar el pago de los sueldos de enero hasta el borde de la huelga, fue provocada por el supuesto retraso del Gobierno nacional en el pago de los la mitad que le corresponde de los subsidios del mes. A su vez, el tarifazo macrista todavía no dio sus frutos en la recaudación: muchos pasajeros siguen usando viajes comprados a 1,10$ cuando se anunció el aumento; los que pagaban con Monedero y SUBE además abonaron la tarifa vieja hasta el 13 de enero, por lo que la recaudación adicional producto del ajuste tarifario es aun insuficiente. Estiman fuentes empresarias que recién en tres meses comenzará a percibirse plenamente la nueva tarifa.

Por el momento, Macri no parece estar al tanto de la situación ni mucho menos tener un plan para solucionarla. Hasta ahora, su vicejefa María Eugenia Vidal se limitó a decir que el contrato de concesión aún está en manos de la Nación, por lo que la Ciudad no debería involucrarse en el presente de Metrovías. ¿Entonces por qué se decretó el aumento el 6 de enero y no en marzo, una vez que concluyan los 90 dias de negociaciones previstos para la transferencia? ¿Podría el Estado nacional haber continuado el pago del subsidio completo hasta esa fecha en lugar de generar las condiciones para una potencial crisis? Respuestas que quizás jamás tengan una respuesta más que la exigencia de que la Ciudad "se haga cargo" y de que la Nación "actúe de buena fe". Como dijo Borges, "parecen dos calvos peinándose por un peine"

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